viernes, 16 de septiembre de 2011

Tiempos muertos (TIME OUT)

Tiempo muerto, time out, tiempo fuera del tiempo. Es como si todos estos espacios de tiempo fueran a parar al "limbo de las horas perdidas", a un espacio ajeno a todo, espacio que no cuenta.

A mí los tiempos muertos me ponen de los nervios. Nunca he sabido muy bien qué hacer con ellos.

Ahora, sumergida hasta el cuello en uno de ellos, ando des-esperada y para "matar" el tiempo, he decidido escribir esto que ahora lees.

Tiempo muerto, matar el tiempo, pasar el rato,.. ¡A ver si encuentro un hueco!...

Para mí, como para muchos supongo, el tiempo es algo muy apreciado, puede que por eso me resulte tan cruel eso de "matarlo".

¿Qué entiendo yo por tiempo muerto?

Lo definiría como aquel lapso de tiempo que te surge inopinadamente, imprevisible en cierto modo o medida, espacio en el que te coloca alguien o algo de quien o de lo que dependes
para continuar con tu vida, para seguir funcionando.
A mí personalmente suele ocurrirme si tengo que ir al médico, transcurriendo en las bien llamadas "Salas de espera" y otras muchas ocasiones me sucede en el trabajo.
No se encuadraría aquí el tiempo de espera en los aeropuertos, por ejemplo, allí es previsible y, en consecuencia, te permite proveerte de una buena novela o perfumarte en el Duty Free sin límite, ojear libros o revistas, tomarte un café mientras observas a los otros viajeros,...

Frecuentemente estas parcelas temporales las empleo en hacer esas llamadas de teléfono que nunca tienes tiempo de hacer y que casi siempre acaban transformadas en e-mails escritos de noche y tardíos.
El problema surge cuando llego a la Z en la agenda y no tengo a mano ni un buen libro  ni un ordenador con acceso a internet con el que navegar. Entonces surgen dos opciones, a saber:

1.- Lamentarse de no poder estar haciendo las mil cosas que tienes pendientes y
2.- Relajarte, respirar hondo y pasar el rato de la mejor manera posible, procurando no mirar el reloj cada dos minutos.

Lo segundo lo escribo, sobre todo, para autoconvencerme, claro está y... en ello estoy.

¿ Y sabes?, al escribir siento que las palabras me acompañan, que no estoy sola porque tú estás aquí, porque me leerás, porque me estás leyendo y, al hacerlo, te siento solo a un metro de mí.


* Escrito ayer , a las tres y media de la tarde.

No hay comentarios: