jueves, 27 de junio de 2013

60 minutos de regalo

Son las 17.30 horas...
Llego aquí corriendo, como siempre, soportando el ruido del tráfico estival. Esa moto al adelantarme, parecía como si se hubiese colado por la ventarilla y hubiera comenzado a rodar sobre mi oreja izquierda.

El calor empieza a ser pastoso, pesado y húmedo y ni el aire acondicionado de mi coche es tan eficaz y confortable para hacerme cerrar la ventanilla ni el aire que entra de fuera contribuye a aliviarme.


Aquí el día me regala 60 minutos completos, plenos de principio a fin. El silencio es limpio y fresco y sobre él, como si de un telón inmaculado se tratase, el sonido de los instrumentos se entremezcla y pese a venir de diferentes salas, construye en la atmósfera una precisa y magnífica banda sonora de relax.

Leo una novela que dejé abandonada en la página 57 una fría noche de invierno en mi mesilla. Durante ese tiempo tan solo la tomé en mis manos cuando tocaba arreglar la habitación, dormitando apilada sobre esa columna de libros que antes corrieron su misma suerte. Este año apenas he leído, ¿será por eso que noto ese hueco en mi interior? A algunos las palabras nos sirven como complemento alimenticio.

Los párpados se me cierran.. Me pregunto si seré más fiera de lo que creo conforme la música me sigue amansando. Suerte que las sillas son incómodas y mis cabezadas duran escasos segundos..

Otros matan el tiempo con su ordenador portátil o corrigen exámenes o leen... Aquí nadie mira su teléfono..


"... en cuanto tienen oportunidad hablan de sí mismos con una sinceridad pasmosa. Suelen decir frases del tipo: "Yo parezco tonto de tan franco y sincero que soy", o "Soy muy sensible y me manejo muy mal en este mundo", o "Yo le leo el pensamiento a la gente". Pero he visto innumerables veces cómo personas "sensibles" herían sin más los sentimientos ajenos. He visto a personas "francas y sinceras"esgrimir sin darse cuenta las excusas que más les convenían. He visto cómo personas que "le leían el pensamiento a la gente"eran engañadas por los halagos más burdos..." (Sputnik, mi amor, HARUKI MURAKAMI, mi novela abandonada en invierno).



Puede que me pase como al protagonista, conforme va pasando mi vida me cuesta más definirme. No sé si es porque me conozco menos o porque a fuerza de tratar de no juzgar a los demás, he dejado de juzgarme a mí misma o ...

lunes, 24 de junio de 2013

Vivir sin miedo



Uno de nuestros mayores enemigos es el miedo.









El miedo a que nos dejen.
El miedo a dejar.
El miedo a comprometernos.
El miedo al qué dirán.
El miedo a estar solos.
El miedo  a perder.
El miedo a hacer el ridículo.
El miedo al rechazo.
El miedo a no estar a la altura.
El miedo a los resultados.
El miedo a las consecuencias...

Y el miedo nos hace perdernos más de media vida.




- ¿Y sabes ya si está con alguien?
-  No lo sé...
- Y a pesar de eso, ... ¿estás decidido?
- Pues sí, me tiro al barro y que sea lo que sea...



Anoche dejé de lado el miedo y salté la hoguera.
Noche de San Juan
Cientos de grupos entorno a una hoguera.
Luna llena.
Mar en calma...

A las doce, cientos de farolillos voladores fueron llenando el cielo y no cesaron de ascender a lo largo de la playa durante casi dos horas...
Compartimos la leña con nuestros vecinos, dejamos que unas chicas clavaran unas barritas de incienso juntos a nuestro fuego...

No me lo habría perdido por nada del mundo!

Fue mejor que una Nochevieja.

Realmente tiene algo esta noche..

jueves, 13 de junio de 2013

Aprendiendo a discernir



- ¡Es que soy así!...
- Vete a la mierda!


El contenido de estas frases, pese a su apariencia, una vez ponderado resulta ser directamente proporcional y completamente equilibrado.
No lo sería si a la primera afirmación tan manida, le siguiera el pensamiento siguiente:

"Es verdad, debo aceptarle como es...Al menos siempre ha sido sincero..."

Esa, de ser, sería una reacción absolutamente errónea, hazme caso.
Esa es la reacción que se construye desde el denominado "apego" que se traduciría como amor mal entendido o como "Cómo estoy tan colgada en este momento de mi vida, me trago cualquier chorrada que me quieran contar"o...

Y eso es seriamente perjudicial para una vida sana y saludable.





- De nada.

sábado, 8 de junio de 2013

Rojo





Mientras se pintaba las uñas de los pies de rojo, le dio por sentir la soledad.
Hacía meses que no aparecía por su vida, había permanecido convenientemente camuflada tras el disfraz del vértigo de su vida.

"¡Este azul turquesa no hay forma de quitarlo!"

Pintarse las uñas había adquirido un significado extraordinario, de hecho si alguien la observaba con detenimiento, podía conocer con solo mirarlas cúal era su estado de ánimo.

Ahora bien, podría ocurrir como en esta ocasión, que solo se tratase de obtener una simbiosis entre el rojo geráneo del esmalte y el rojo del corazón. En este caso, tan solo un verdadero experto podría descubrir el fraude. Los demás incurrirían en error irremediablemente.

Mientras se secaban caminó descalza al dormitorio para escoger la ropa.

Negro.

Se vistió toda de negro. Mallas negras con una larga blusa negra.
Su piel blanca.
El rojo de sus uñas.
Sus pendientes favoritos.
Sus sandalias de tacón.

Se pintó discretamente los ojos e indiscretamente los labios...

(Ya, ya... Os podéis imaginar ese color indiscreto, rojo pasión)

En el último momento se soltó la goma del pelo y dejó caer su melena.

Se miró al espejo satisfecha del resultado de su disfraz, tratando de asimilar su papel.


El WhatsApp no había dejado de avisar toda la tarde. Cada vez que miraba había multitud de mensajes de multitud de conversaciones diferentes. Con semejante vida social, cualquiera le habría dicho que no tenía el menor derecho a sentirse así. Sola.

A veces solo una persona en concreto puede sacarnos esa sensación de vacío en las entrañas, ese hueco inmenso llamado "soledad".

miércoles, 5 de junio de 2013

Es la tibieza de lo seguro


Tu admiración, tu embeleso.
Tu cobardía,
tus miedos.
Tu acercamiento y tu huída.

Fresco y cálido,
cerrado y crudo.

Tu aliento.
Mi falta de respiración

y tu aliento.



Porque dices "..."
y eso es nada y es todo.

...........

Escucho tu música.
Te oigo cantar,
cantar para mí.

Me muerdo los labios.
No decir es igual a callar
y callar ..,
callar es...

Siento el vértigo si me acerco.
Un paso es seguido de dos marcha atrás
y dos de cuatro
y cuatro de ocho..

Es la tibieza de lo seguro,
a salvo en el silencio.

Todo o nada.
Nada es menos que una parte
y nos contentamos con esta pequeña parte
y esta pequeña parte es menos que nada.