sábado, 31 de agosto de 2013

Para lo que estés haciendo y escucha a Elsa con el corazón:



Tomo prestado este fragmento maravilloso de la película "Elsa y Fred", que encuentro en Youtube gracias a María Adela Mondelli, a quien no tengo el gusto de conocer pero que se tomó el tiempo de colgarlo y además con un poema.
Sé que todos andamos mal de tiempo y que nos resulta difícil encontrar siquiera unos minutos a veces para escuchar una canción, pero siempre merece la pena encontrarlos.
Os pido que se los dediquéis a esta escena porque estoy segura de que, al igual que a mí, os hará sentir lo que la película transmite, el amor por la vida y la seguridad de que en cualquier momento y sin que importe la edad, si nos abrimos a lo que nos regala cada día, hallaremos mucho más de lo esperado.

El buen humor no debemos perderlo nunca.

En este film se conjugan todos los elementos para tocarnos el corazón, gracias al Director Marcos Carnevale y a sus maravillosos protagonistas, China Zorrilla y Manuel Alexandre. Bueno, realmente China, Elsa, te cautiva cada segundo.

martes, 20 de agosto de 2013

Hoy te busqué





Hoy te busqué.
Podría engañarte y decirte que es la primera vez aunque, quizás, y solo para que resultara más creible, también podría contarte que es la segunda.
Es otra más, una ocasión más en la que tecleo tu nombre en ese apartado que da Google y que precede al

"  Buscar   ".

Observo detenidamente como se va construyendo tu nombre y tus apellidos y siento que aún sería factible verte de nuevo y tocarte.

Hace algún tiempo, la primera vez que traté de localizarte, tenías un blog. Entonces yo no sabía muy bien que era un blog ni podía tan siquiera imaginar que algún día tendría uno propio. A través de aquel blog, sin escribirte, puede saber un poco de ti.
Por fin estudiaste Historia.

¿Qué fue de tu sueño?

Supe que trabajabas dando clases en un instituto y que te interesaba el Arte.

A través de un artículo de un periódico descubrí, como no podía ser de otro modo, que eras alguien comprometido con los problemas sociales.
Supe también que te habías casado y que tenías hijos.

Puede que el tiempo sí haya cambiado algunas cosas, sin embargo, me pregunto qué no cambió, qué restó dentro de ti, una vez transcurridos todos estos años,
qué resistió inquebrantable pese a todo y pese a todos.

 Y sigo calibrando hasta donde alcanza mi recuerdo de la esencia de ti y si el pasado amor me haría capaz de reconocerla con solo tenerte delante.

Nadie volvió a despertarme como tú lo hacías.
Nadie se tumbó junto a mí bajo las copas de una arboleda para escuchar música en un viejo radiocassette.
Nadie besó mi mejilla sin conocerme cuando me lastimé.




Y ya no encuentro tu blog.



domingo, 18 de agosto de 2013

Tanto que darte



"Prometo guardarte en el fondo de mi corazón
Prometo acordarme siempre de aquel raro diciembre
Prometo encender en tu día especial una vela
y soplarla por ti
Prometo no olvidarlo nunca.

Tenía tanto que darte
tantas cosas que contarte,
tenía tanto amor
guardado para ti..."
Descubro esta hermosa versión en esa preciosa Plaza de Cataluña, donde en otro tiempo me senté en el cesped a escuchar a músicos callejeros.
Cuando por la calle descubro una voz o un violín o una guitarra.

Merece la pena.

Para todos los que andáis por aquí (por allí), que sois o vivís en Barcelona y
 puede que estéis pasando allí este verano
y
en añoranza de un mes de agosto que pasé  trabajando y viviendo en Barcelona y,
pese a ello,
lo disfruté como una turista más.


miércoles, 14 de agosto de 2013

Error?



Anoche me quedé mirando las estrellas, supongo que como muchos. Había demasiada contaminación lumínica pero pese a ello vi caer dos pequeñas estrellas, tenues, casi invisibles. Pedí un deseo para alguien, el mismo que yo pedí por partida doble la noche del sábado.

La noche del sábado un precioso cielo estrellado estaba sobre mi cabeza. Fui muy afortunada de encontrarme en lo alto de una montaña, muy en lo alto, tanto que casi podía tocar las estrellas con mis manos. El cielo estaba negro brillante y se veían las constelaciones, los destellos de los astros. Sentí como el pecho se me llenaba de aire y de emoción cuando vi caer la primera estrella. La caída fue tan "fugaz" que apenas tuve tiempo de pensar un deseo y me nació uno deprisa. Puede que no lo pensara, sí, realmente no lo pensé, me surgió espontáneo. Después me di cuenta de que solo eso es lo que deseaba, es tan sencillo como eso. Mi deseo podría decirse que es un concentrado de deseos y ninguno en particular.
Os aseguro que si se me presentara el de la lámpara maravillosa me sucedería exactamente igual, no sabría muy bien que tres deseos pedir y, sin embargo, sí me surgiría sin titubeos el único e idéntico deseo de la otra noche.




Pedimos deseos al soplar las velas en nuestro cumpleaños.
También lo hacemos al tomarnos las uvas en nochevieja.
O al arrojar una moneda en cierta fuente...

Siempre he tenido claro lo que quería  y casi siempre me he preguntado si deseé lo correcto, ya sabéis eso de "cuidado con lo que deseas, se puede hacer..."
Creo que estoy en el momento de mi vida más indeciso de todos, ya no sé muy bien qué es lo que quiero o puede que todo se reduzca a mi ignorancia acerca de lo que me conviene.

Si pudieras decidir, obviando todas tus circunstancias:

¿qué vida te gustaría vivir?
¿qué cambiarías? o
quizás, no cambiarías nada?

Deseo puede ser sinónimo de cobardía.

De acuerdo, ahora tienes una segunda oportunidad.

¿?

domingo, 4 de agosto de 2013

Fugas insignificantes



Es fácil para mí, demasiado fácil, descubrir cuando hablo con alguien durante un rato esos pequeños agujeros, insignificantes, por donde se cuelan los cachitos de alma que queremos conservar ocultos para los demás.
Supongo que puede parecer una facultad, un don; sin embargo, para mí es más bien una maldición. Os explico: puede estar hablando tranquilamente, riendo a ratos, pero de pronto observo o siento que está teniendo una fuga de alma. Es pura clarividencia y eso trae como resultado que el cielo se nuble y que haga que todo se ensombrezca. Mi interlocutor rara vez se da cuenta, por fortuna pues de saberlo podría ser doblemente terrible.

Llega con su rostro contraído, tenso. Esta vez con solo mirarle ya me doy cuenta de que algo no anda bien.
Me empieza a contar una contrariedad nimia pero que a lo largo del día ha debido alimentar porque me la presenta como un problema irresoluble y monstruoso.

No lo es.

En estos casos, tomar las riendas y encaminarle sin que se de cuenta a otra historia es una tarea ardua que me deja exhausta.

Me pregunto si todos tenemos un lado oscuro, supongo que sí y que se vea o no solo depende de nuestra destreza en esconderlo.



Cansarte tratando de taponar los agujeros de los demás cuando lo logras, es algo que merece la pena. Logras una sonrisa o depués recibes un mensaje en el que te dice: "Gracias por esta tarde tan bonita. He logrado desconectar de todo"... Y ahora estoy pensando que no me vendría nada mal ... Que no!

Que estoy bien...

Fin de semana en familia, sin hacer nada extraordinario, solo viviendo, a otro rítmo, al de mi madre para variar (Siempre me dice que no puede seguir el mío ;)


Gracias a todos por vuestras palabras en el anterior post :)

*Como dice Paseante, aquí parece que nos cuidamos un poquito unos a otros.

viernes, 2 de agosto de 2013

No sé qué pensar ni qué hacer...

No sé qué pensar ni que hacer...

Esta tarde salí al balcón para gritar tu nombre, pero no sé tu nombre y entonces no tenía ningún nombre que gritar.

Salí a pasear para huir un rato de ti y de mí, pero te empeñaste en perseguirme a cada paso y mi paseo solo sirvió para dar vueltas con mis pies pues mi cabeza se empecinó en permanecer en el mismo lugar.

Te odio.

No es cierto. No te odio. Te quiero.
Te quiero y me odio por ello.

He descubierto que se puede odiar, querer, preocuparte, despreocuparte hasta la ausencia, recordar a cada instante y olvidarte hasta amputarte de mi cuerpo.

No sé tu nombre pero sé tu risa y sé tu voz.

Se me ocurren muchas posibilidades.
Mis conjeturas son varias y todas factibles. Ahora bien, si las expusiera, verías cuan distintas y opuestas pueden llegar a ser.

Escribo sin que el programa me permita retroceder.

Me pregunto si que hecho algo mal, si has hecho algo mal, si ha pasado algo mal (o),..


....