miércoles, 29 de junio de 2011

Quiero darte la ENHORABUENA por tu blog " Masculino singular". Tu presentación me ha parecido genial. Me alegro de que me hayas encontrado.
Yo, por otra parte, si te alguna vez te hallo, pienso que no te entregaré a las Autoridades.

de pronto

Y sin darme cuenta de cuando o como sucede,
de pronto, ardo, me licuo y me filtro por los espacios en blando de tu texto,
los relleno con respuestas, convirtiendo tu monologo en un dialogo nuestro, solo tuyo y mío.
Las demás entradas ya no existen.
Mister Google pasa a ser nuestro cómplice
y elimina todas las que restan,
no necesito pulsar el lado derecho del ratón,
ya no están.
Da igual que estés en cualquier rincón del Planeta,
venzo las reglas de la Física y te traigo aquí,
puede que sin tu asentimiento;
a mi tampoco nadie me consultó.
Espero no incomodarte.
Dentro de unos minutos te devolveré,
te dejaré marchar...

(¡Ya empieza la peli!)

Ahora

viernes, 24 de junio de 2011

Elijo el título de mi blog en una suerte de carrera contrareloj una tarde de viernes. La semilla de este blog se fraguó muchos meses atrás y, como tantas veces ocurre, se fue demorando y demorando...y demorando..
"¡Tienes que decirme el título del que será tu blog!", me apremia mi amigo completamente acelerado pues su mujer hace más de una hora que le espera. Y es que no podemos esperar pues ayer me surgió el impulso irrefrenable de escribir y el blog no podía demorarse ni un día más. Algun día me entenderás, querido desconocido/a que por casualidad has aparecido hoy por aquí (Gracias de antemano por tomarte la molestia de leerme).
No pienses que no escribí porque no existiese en mi vida esta vía llamada blog, lo hice, claro que lo hice pero siento que lo que escribo carece de sentido sin un destinatario. En consecuencia, acto seguido de terminar se lo remito a mi primo. Es bueno tener siempre un primo a quien recurrir en estos casos. Por supuesto, él alucina cuando se encuentra semejante correo en su bandeja de entrada. Imagina que de pronto abres el correo y te encuentras los sentimientos y deseos de alguien de que llegue un otoño cualquiera.
En fin. Aquí me tienes. Mi amigo y otra amiga que asistieron al parto de mi blog, aplaudieron la brillante ocurrencia que tuve yo sobre el título. Y tanto la aplaudieron que me sentí alguien muy especial hasta que, al llegar a mi casa, abrí mi ordenador y me autobusqué en Google. ¡Sorpresa! No solo no soy original sino  que aparezco en medio de las peñas cabriegas, mezclada con otra colega de blogs titulada "A veces, solo a veces suena la flauta", mezclada con un foro de divorcios a raiz de una duda sobre el domicilio desconocido del demandado, esto es, del que va a ser divorciado pero aún no lo sabe...
Bienvienido/a y no dejes de leerme a pesar de todo, mi primo te lo agradecerá.