viernes, 15 de julio de 2011

EL AZAR

Caminando por la calle el sonido estridente de mi movil me despierta del ensimismamiento que me provoca disfrutar de mi ciudad.
Extraigo con los nervios habituales el teléfono del bolso (nunca lo encuentro y rara vez contesto a tiempo) y al ver su nombre en la pantalla, noto perfectamente como si un lápiz dibujara con trazo firme y decidido una sonrisa en mi rostro.

- ¡Hola! - le digo.
... Silencio
- ¿ qué me cuentas?, agrego.

A continuación, me cuenta que no sabe cómo ha marcado mi número, que ha debido hacerlo sin darse cuenta. Pero, de ser así, no sería lógico que al descolgar yo, se oyese su voz sino el típico ruido de tráfico o de tertulia o de no sé yo.
Finjo que es totalmente creible su explicación y entonces me sorprende... o no... diciendo que ya que por el azar había marcado mi número, podíamos aprovechar para charlar.

- Me parece genial, precisamente ahora voy por la calle, he quedado y me faltan aún unos veinte minutos de paseo para llegar a mi cita.

...

3 comentarios:

Vela dijo...

Ay...

No vale esto, Datvila. No vale
no arriesgarse...

Perfecto que te llame, perfecto que hableis ... pero como no haya más... pasará sin pena ni gloria... y pasar el tiempo y vivir simplemente de puntillas, sin arriesgarse...

Daltvila dijo...

Tienes toda la razón. Esto es algo que te puede llenar de ilusión momentáneamente pero que, al momento siguiente, hace PLOFFFF.

TODO SE ANDARÁ

Un abrazo

fiorella dijo...

Todo tiene un comienzo,no?a veces es comienzo y fin al mismo tiempo, o no...Un beso