jueves, 21 de julio de 2011

HUELLA INDELEBLE

Llevo escasas semanas sumergida en el Océano Blogosférido y creo que, aún siendo pocas, han sido intensas, habiéndome dejado calada hasta los huesos y su agua salada cura las heridas pero también escuece.
En estos días se han producido dos incidentes que se han salido de madre y sigo sin entender plenamente qué es lo que puede haber generado tanta tensión y polémica ( no me gustan ninguna de ellas y me entristece que precisamente hayan girado alrededor de alguien que desde el principio me cayó bien y me tendió su mano). Decía, .... a pesar de ello creo que sí he podido extraer algunas conclusiones.
Un compañero de blog reflexionaba en voz escrita hace unos días y decía que esa sensación de cercanía, ese penetrar con rapidez y certeza en la personalidad de los habitantes de este medio de comunicación podía obedecer a que, de entrada, había una barrera que ya estaba superada a diferencia de la vida "real" (las comillas son mías).
Y puede que sea precisamente esto lo que me haya llevado a mí recientemente a ser demasiado impetuosa al poner en la boca de alguien cuestiones por ella nunca fueron formuladas, en lo que consideraba que no era más que un guiño a la filosofía del blog en el que me colé.
Resulta obvio que, sin detenerme a medir las consecuencias, me salté a la torera, en parte inducida por el autor del blog (¡ pasen y den rienda suela a su libertad de expresión!) algunos de los límites - que también se dan aquí- de la GRANDEZA de la LIBERTAD DE EXPRESIÓN.
Aquí no vale todo, está claro.
Empiezo a comprender que algunos coloquen a los comentarios el filtro a la edición. Aún así, esa censura no deja de provocar cierto morbo y, a mi modo de ver, resta transparencia. Algunos no queremos renunciar al DERECHO A SER INFORMADOS.
En fin, concluyo que a partir de este instante ( el instante se retrotrae a esta mañana cuando escribía estas notas en el tranvía) pretendo, aunque no sea definitivo - ya sabemos que todo cambia, bla, bla, bla,... y también yo podría cambiar de opinión en consonancia con mi espíritu vivo- no herir la sensibilidad de nadie, siendo políticamente correcta. Prefiero dejar huellas indelebles en forma de caricias.

Alzando mi mano derecha presto el siguiente juramento:

Procuraré tener un comportamiento impoluto y transitar por este medio tal y como lo hago en mi vida de carne y hueso, esto es, respetando las barreras que otros colocan y no traspasarlas a no ser que me fuesen franqueadas.

Confiando en la hospitalidad de las gentes,
mis respetos.

6 comentarios:

fiorella dijo...

Entiendo y no entiendo algún lío que se haya armado....te leo, me gusta y comento,paso de líos,y más aún los que no entiendo. Sigo leyéndote y comentando,los otros...son los otros.Un beso y larga vida a tu blog.Un beso

Daltvila dijo...

¡Gracias Fiorella!

Haces muy bien pasando de líos, no conducen a nada bueno.

Ya sabes, el viernes BAILE pero como tienes un poco difícil venir por aquí, mis amigos y yo nos acordaremos de tí, bailaremos un tema a tu salud y tú, por tu lado, te puedes poner también música en casa.

Besotes

Ruta de la Seda dijo...

La vida nos enseña demasiado despacio la mayoría de las veces, a pasar de puntillas por casi todo.... Tu has empezado ese viaje iniciático y descerebrado que supone escribir, ser leído y ser respondido; y debes no dudar en seguir a pesar de que algunas veces te interrogues sobre el porqué. La razón eres tu, y todo lo demás, todos los demás, somos aderezos, de los que puedes desprenderte cuando lo consideres o cuando intuyas que te estás alejando de tu finalidad, que es tan lícita y sencilla como la de contarte, o esconderte, o reinventarte, o reencontrarte, o cualquier cosa que cada día te lleve a sentarte y escribir.
Yo pienso que debes de no dejarte distraer de ti, todo lo que te distancie simplemente míralo de reojo y sigue tu paso.
Nos vemos en el camino!!!!!
Un abrazo!

Daltvila dijo...

Gracias Ruta de la Seda. Como puedes observar, sigo con mi adicción a pesar de los pesares.
Seguiré haciéndote caso, me pondré las orejeras y solo miraré a quién me sonría de frente.

Besos

Anónimo dijo...

El que suscribe, osease yo, es el más políticamente incorrecto; pero no dejo de ser yo por agradar a la gente. Eso sí, procuro (no desde hace mucho, por cierto) no herir sensibilidades.



Muchas gracias por tu comportamiento magistral (sobre todo en mi blog) te damos los dos. Y he dicho los dos.



Bajo mi punto de vista lo estás haciendo muy bien.


Nos leemos.

Daltvila dijo...

Gracias etHo por molestarte en tus días de descanso y goce en escribirme lo de arriba. Espero que lo estéis pasando genial.

Que la honestidad y franqueza no te abandonen.

Nos leemos, como bien dices.