martes, 19 de julio de 2011

Aire de otoño

Salgo de casa y el olor a tierra mojada me conduce al deseo de que llegue un otoño, no es el anhelo de que pase el tiempo, de que acabe el verano, no, no es eso; tampoco que pase para que llegue el otoño correspondiente a este año, sino un otoño cualquiera de un año cualquiera. Únicamente que llegue esa estación, el olor de las primeas lluvias, una brisa nueva que traiga el recogimiento, la intimidad, el sosiego,…
            ¿Se puede añorar un tiempo atemporal?
Hoy, a pesar de estar en pleno verano, el tiempo ha refrescado, han bajado las temperaturas y el cielo está, no gris, gris sería invierno y frío, sino azul con un poquito de blanco, otro poquito de ocre y una pizca de laca carmín.
El aire, tibio y fresco, mece las hojas de los árboles con suma delicadeza, acariciándolas calidamente, venerándolas, respetando su libertad. Danza con ellas, impulsando su movimiento el tiempo justo. Después, las deja caer en su abandono, las suelta, permitiéndoles que retornen a su lugar por la gravedad, sin quebrar las ramas que las sostienen ni modificarlas ni un ápice en su estructura.
Presiento que esto que vivo es perentorio, que su plazo de caducidad no tardará mucho en concluir. Y mientras llega, tú pululas a mi alrededor como el aire que me rodea y que respiro. A veces, con este calor, me tumbo en el suelo, directamente sobre el mismo, sin ninguna esterilla, sintiendo directamente su frescor. Cierro los ojos, me relajo e imagino que siento los rayos del sol rozándome la piel, siento su calor y después sigo imaginando, e imagino el aire y lo noto circular entre los dedos de mis pies, entre todos los huecos que deja mi cuerpo al posarse allí.
Ese aire eres tú.
No sé aun lo que quiero, no anhelo nada en particular,  no hay nada concreto, es un algo indefinido de contornos imprecisos. Puede que tan solo sea que un otoño me traiga esas sensaciones y poder sentirlas sin más.

4 comentarios:

Vela dijo...

Presiento que existe una transformación... y que no sé cuándo, volarás...

(espero que mientras tanto, bailemos, y coqueteemos... y sintamos que el mundo acaba en un segundo...) y mañana, nos arrepintamos...

qué bueno es sentir que uno no ha vivido, se ha estancado y puede volver a descubrir a vivir...

fiorella dijo...

La tierra húmeda, su aroma, es el del un comienzo, algo reverdece...nace otro "tiempo".Soy del verano, pero ese aroma no tiene estación.Un beso

Daltvila dijo...

Me agrada comprobar vuestra coincidencia en ver que estoy transitando hacia algo mejor: volver a descubrir vivir, Vela, es fantástico, la vida no se cansa de ofrecernos nuevas oportunidades, volver a ser un niño y "reverdecer", ¡qué hermosa palabra Fiorella!(el campo mustio y seco cobra nuevo verdor).
...

Bailaré hasta que me crujan las caderas...Este viernes empiezo...¿Quién se apunta?

fiorella dijo...

Aunque lejos,me apunto sin dudarlo. Suelo bailar sola en casa, así que es cuestión de ponerse,nomás.Un beso