viernes, 13 de enero de 2012

En honor a la AMISTAD

Hoy, aprovechando que es viernes, último día laboral de la semana y, por tanto, más relajado, por delante el fin de semana despliega sus alas, he quedado a comer con dos amigas. Somos amigas relativamente recientes pero intensamente amigas, ya viejas amigas en confidencias.
En poco más de un año hemos compartido serias dificultades, angustias, risas, afecto, camaradería,... Hemos acudido siempre raudas y veloces a nuestras llamadas de auxilio. He demandado su ayuda, especialmente a una de ellas por ser quien tiene una vida más sencilla, emocionalmente hablando, que no en lo demás. Y en momentos cruciales, ella ha aparecido sin previo aviso y sin requerir su presencia cuando más necesitaba una cara amiga. Lo ha dejado todo, su siempre liado trabajo, ha cogido el coche y se ha plantado en las afueras de la ciudad, en la puerta por la que yo debía salir, sin saber la hora exacta y me ha enviado mensajes de movil de apoyo sin decirme en ninguno de ellos que estaba allí, afuera, de pie, esperando. Mientras tanto, yo, dentro, miraba sus mensajes y me llenaban de fuerza.
Recuerdo la primera vez que nos tomamos algo juntas. Parecíamos tan distintas que nadie habría podido percibir que en realidad eramos tan iguales.
Hoy, al salir del restaurante, la más ocupada ha tenido que regresar al trabajo y mi otra amiga me ha acompañado a recoger un teléfono movil nuevo que había encargado hacía cinco semanas y que, por supuesto, ya no estaba; se lo habían adjudicado a otro cliente ante mi presumible abandono. Lo he encargado de nuevo y le he suplicado a la dependienta que me llame en cuanto lo reciban para no correr el riesgo de dejar pasar otras cinco semanas y convertir esto en la historia de Sísifo. Me conozco.
Luego hemos ido a una tienda de libros para comprar una novela escrita por una conocida, otra de las cosas que tenía pendientes desde hacía cinco semanas. Cuando ella me recordó el miercoles pasado que se lo llevara para dedicármelo, he de confesar que me sentí como una rata de alcantarilla. Debí comprarlo en cuanto salió porque tenía y tengo auténtica ilusión de leerlo y en cuanto lo acabe o durante su lectura, os hablaré del mismo. Mientras tanto, mantengo el suspense.
Hoy presentaban otro libro en este establecimiento. Las sillas estaban ya montadas cuando hemos entrado y al frente, sobre una mesa alargada, se amontonaban en columnas numerosos ejemplares. Hemos estado mirando cuentos con ilustraciones preciosas, las novedades, las viejas glorias,... Algunos títulos eran realmente sugerentes, te incitaban a caer en la tentación de comprarlos pero mi presupuesto para libros ya cubrió su cupo este mes de la cuesta.
Al llegar a casa, mi perra me ha recibido alegre y se ha dirigido directa a donde guardo su comida.
Me siento ante el ordenador en este impasse y me pongo a escribir este no sé qué en honor a la AMISTAD.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Es lo que tienen las buenas, fieles y verdaderas amigas (y amigos), sin importar cuánto tiempo hace que las/los conoces.

Es como tu amiga poniéndote esos SMS's de ánimo y haciéndolo a tan sólo unos pasos de tu casa… ¡Qué detallazo! Ella sabía que estabas como vencida, sin encontrar la paz y, entonces supiste dentro tuyo que ella estaba ahí, cual luz brillante de amistad.

Muy buen ejemplo has puesto. Ese gesto, e intuyo muchos otros más, las caracterizan ya no sólo como buenas amigas, si no como buenas y bellas personas, también.

¡Ahhhhh, qué mega-bien sientan esas quedadas a comer con las amigas íntimas!

Me gusta cuando hablas, también, de tu perra y la alegría en cómo SIEMPRE te recibe y saluda, ella también es otra amiga fiel, ¿no crees?

Ya nos desvelarás el libro y a su autora, entre tanto, esperamos pacientes, mas algo anhelantes, ya sabes yo misma y Mr. Paseante, no en vano ambos somos la misma persona. ;)))))))

En honor a la amistad, te deseo un:
¡Muy feliz fin de semana y pásalo en buena y amistosa compañía!

gatot dijo...

un bonito "no sé que".

y que sean muchos más...

el paseante dijo...

Ya hace tiempo que pienso que la amistad es mucho mejor que el enamoramiento. Es un sentimiento más espontáneo, más fresco, menos atormentado. Creo que me voy a comprar un móvil por si me surge alguna amiga (o amigo) próximamente. ¿Dónde dices que está esa tienda?

PD: Me estoy comenzando a cansar de que Ámber vaya contando por los blogs que soy un personaje inventado por ella. Un poquito de respeto por los viejos blogueros.

fiorella dijo...

Feliz 2011!!!Daltvile, la amistad es un tesoro a cuidar.La tregua,por el post anterior, es Benedetti en estado puro, rioplatense sin más. Un beso.

fiorella dijo...

Daltvila, no Daltvile.

Daltvila dijo...

Ámber:
Parece que es un requisito ineludible para ser buena amiga, antes ser una buena persona.
En cuanto a mi perra, no lo vas a creer pero para mí es una mezcla entre amiga e hija, a ella no tengo que contarle mis cosas porque solo con mirarme ya sabe lo que me pasa.

Espero que lo hayas pasado genial el finde y te deseo una FELIZ SEMANA!!!

Daltvila dijo...

Gatot:

Gracias por tus palabras acerca de este "no sé qué" que parí anteayer.

Un placer tenerte aquí

Tempus fugit dijo...

Hablas de dos amigas.... ¿Y la tercera que te esperaba al llegar a casa?
Un brindis por la amistad.


besos

Tempus fugit dijo...

La tercera... y gran amiga: la perra ¿no? :)
Lo de las letras y las fotos... cosas del photoshop


besos