sábado, 19 de noviembre de 2011

Mi muelle roto

... Hubo un tiempo en el que el hecho de sentirte cerca - digo bien, sentirte porque estabas a mi espalda y ni mi vista ni mi tacto te veían ni te tocaban-, hacía que se removiera algo en mi interior, como si  repentinamente  mis piernas perdieran fuerza, despojándose de sus huesos para sostenerse. Tú, sin saberlo, te acercabas tanto, que sí podía sentir tu respiración, tu olor a tí, tu calor y me habría bastado una brizna de locura para darme la vuelta y besarte. Un día, notando que me ardían las mejillas, me aparté ligeramente sin darme la vuelta y tú con voz suave me pediste que no me moviera. Creo que aquél día ambos nos sentimos a la vez imbuidos el uno del otro sin querer, no queriendo por temerlo.
Recuerdo otro día en que hablábamos de algo tan trivial como los dentistas y nuestros íntimos dientes. No sé qué me mostraste de tu dentadura ni tampoco recuerdo la razón, ni creo que lo supiera tampoco en aquél instante -disculpa mi falta de interés interesado en tí-,  el caso es que me faltó un soplo de adrenalina para besarte, bueno, no exactamente, no era tanto besarte como comerte los labios e inspeccionar minuciosamente aquello que el horrible odontólogo te hizo sin escrúpulos, eso sí, auxiliada por las papilas gustativas de mi lengua. No creas que iba a tener más piedad que él, yo también estaba dispuesta a actuar sin escrúpulos.
Ha pasado mucho tiempo desde aquello, demasiado tiempo, tanto que me parece una eternidad.
Es llamativo que tanta pasión frustrada pueda esfumarse sin dejar ningún rastro y que ahora te tenga tan próximo o más que entonces y no sienta nada de aquello y, sin embargo, creo que contigo me siento como en casa, tan cómoda, que podría estar a tu lado horas y horas e incluso días sin percibir ese no sé qué que en muchas ocasiones, con otras personas, experimento en un momento dado. Ese "no sé qué", cómo explicarlo, es como un muelle que me impulsa a marcharme camino de mi soledad. Ese muelle hace mucho que se rompió cuando hablo contigo y aunque las articulaciones de mis miembros inferiores no evidencian ninguna disfunción, el músculo de mi corazón no envía señal alguna a mi cerebro que me impulse a moverme, a alejarme de tí...

14 comentarios:

Espera a la primavera, B... dijo...

Dicen que las frases que más dolor provocan son las condicionales, porque con el tiempo nos damos cuenta de que las condiciones o no existían o las poníamos nosotros para no dar el paso.
Por otro lado, creo que el destino es más sabio que nosotros, y lo ha de ser por fuerza porque nos ha llevado hasta donde estamos ahora. Y bueno, podríamos estar peor.

Lo malo de los muelles es que siempre vuelven a su estado inicial y a su forma, así que tal vez sea necesario que se rompan para no estar a merced de un movimiento oscilatorio permanente.

Luego está el tiempo con su eternidad bajo el brazo que, curiosamente, nunca está hecha de tiempo sino de distancias, rutinas, presencias admitidas, imposibles vueltas a atrás.

Tu post tiene mucho que ver con mi blog. Al fin y al cabo es un condicional eterno.

Un beso

Toni

Daltvila dijo...

Toni:
Sí que el destino podría habernos conducido a algo peor, también a algo mejor... Como suele decirse: "El que no se consuela es porque no quiere".
Lo mejor indudablamente es no pensar demasiado porque no sé si el tiempo existe o no, pero el que ha dejado incuestionablemente de existir es el tiempo pasado.

Vivamos el presente y ahora nos toca votar.

Feliz jornada electoral!

PS dijo...

Hola, anava a dir-te alguna cosa d´aquest post com que defineix molt bé aquella extranya corrent que se sent quan hi ha passió, i llavors, irremeiablement, aquella fredor que no saps com arriba i es diu el desencant.
Però el comentari anterior, el de´n Toni , ha anat més enllà amb els condicionals i m´he quedat muda, assentint tot el que ell deia.

M´ha agradat molt.

Daltvila dijo...

Gracias por comentar Pais secret y per las tevas paraules (no te contesto todo en catalán porque no sé demasiado).
a mí me llama muchísimo la atención ese proceso del que hablo en este escrito y me pregunto qué es lo que mueve nuestra pasión por alguien en una etapa determinada de nuestra vida. ENBLOGHOSTIL - os lo recomiendo- su autor dedica el último post precisamente a la disyuntiva amor pasión-amor calmo.

Bienvenida a esta mi casa virtual. Me daré una vuelta por la tuya ahora mismito.

Besos

Sergio dijo...

Ahora entiendo algunas cosas. Lo de sentirse en alguien como en casa enlaza perfectamente con lo que quería decir en mi último post. Así que entiendo todas y cada una de las frases de este post. Hasta esos recuerdos que te llegan de cuando la relación era nueva y parecía otra cosa. Muy interesante.

Daltvila dijo...

Estimado Houellebecq:
Ya no sé si es que nos hacemos mayores o que nos hacemos cómodos o que nos da vértigo sentirnos en vilo o que estamos cansados y ya no sentimos ganas de luchar por algo tan "fútil" como nuestra FELICIDAD.
Aquellas sensaciones, a mí personalmente, me hacían sentir más viva que ahora, ¿más feliz?

Annie dijo...

A mí hasta ahora no me ha llegado ese momento pero porque cada día lucho para que no llegue, porque si de él dependiera ya ni el muelle existiría...

Besos mágicos

anuar bolaños dijo...

Caramba !

anuar bolaños dijo...

7

El amor pierde sus órganos.
La sensación fluye
llena de incertidumbre.
Describe la pasta del iluso,
del ilusionado.

No soy dueño del vacío que me edifica,
ese espacio ensanchado
en la raíz de mis entrañas.

¿Qué impulsa el viento de los delirios?

Quedo iluminado por matices de sombra,
anónimo para mis propios ojos.

La soledad es el dato que me identifica.
Soy impar, sin eco.
Me desdibujo ante cualquier mirada.

Los días me repiten como un espejo.

anuar bolaños dijo...

8

Nada que hacer cuando la soledad
te muerde la nuca, verdad?

El amor es el más duro juez.
No admite testigos.
El poseso no tiene salvación,
podría sonreír
llorar
ir a nuevos sitios
pensar que allí no hay fantasmas
pero se engañaría.

Tarde se comprende que en el amor
algunos juegos no deben ser iniciados.

Demasiado fraseo,
itinerarios no sostenibles,
bofetadas irreparables que pasman la aurora.

¿Será posible otra realidad distinta
de estos azotes?

Daltvila dijo...

Annie: Haces muy bien en luchar, no decaigas:)

Besos

Daltvila dijo...

"Tarde se comprende que en el amor
algunos juegos no deben ser iniciados"...

Me quedo con esta frase.

Una vez más, gracias por compartir tus poemas conmigo y no perdamos la ilusión verdadera de hallar y aprehender una realidad distinta como la que soñamos.

el paseante dijo...

Imagínate que le llegas a besar y se convierte en un sapo. Ahora, en lugar de un amigo, tendrías en un terrario un anfibio anuro de cuerpo rechoncho y robusto, ojos saltones, extremidades cortas y piel de aspecto verrugoso.

Daltvila dijo...

Te lo puse a ... (PIIIIIIIIIII), como se suele decir;), Sr. Paseante


Me río un montón con tus comentarios, eres un sabio que pasea muy, pero que muy divertido.


¿Para cuándo tu entrada?

No es por presionar, que quede claro.