sábado, 17 de marzo de 2012

Escuchar con los ojos¿?

Ayer por la tarde, iba caminando por la calle con una amiga, por una de esas aceras estrechas que abundan por aquí, de esas en las que casi te rozas el brazo con el viandante de ida (o de vuelta). En nuestro caso, la cosa se dificultaba aún más porque ella tenía que hacer malabarismos para que su hijo de dos años no se le escapara y en ocasiones lo tenía que tomar en brazos.
La ciudad tenía el sonido y el aspecto que tanto me gustan de las tardes de viernes. El rítmo de la vida deja de ser frenético para ser eufórico y todo el mundo de pronto tiene la sensación (engañosa) de tener toda una vida por delante.
En un momento dado tuve que dejar de prestar atención necesariamente a lo que me decía mi amiga porque una señora pasó a mi altura, teléfono móvil en mano, con la voz bastante elevada. La señora se detuvo en seco y dijo:


"¡Oye! ¡Mira lo que te digo!"


A punto estuve de detenerme yo también y de dejar a mi amiga con la palabra en la boca.


He de reconocer que me quedé con las ganas de oir lo que venía a continuación pues prometía ser muy jugoso.


La frase tiene su miga, pues no dice "oye lo que te digo" sino "mira..." y en mí, desde luego, provocó un efecto automático porque la miré atentamente. Su rostro, o no sé si decir su boca, se acoplaba como un guante a la frase. Unos labios rojos, estridentes, abiertos de par en par.

" Te lo cuento solo para que lo sepas."

"¡Vamos a ver!"

" A ver cómo te lo diría yo para que lo entiendas?"

...



*El subrayado no es mío. Es de Mr. Blogger. Ha querido participar y no me ha dejado quitarlo.  

10 comentarios:

fiorella dijo...

La intención es esa, centrar la atención de la otra persona, no solamente que oiga, si no que mire lo que dice quien lo dice. Un beso

Sergio dijo...

Se podría escribir solo un libro de frases quee scuchamos sin querer paseando por la ciudad. Todas son fragmentos que como sugerencias nos sirven para inventar una historia. Hay gente tan garrula que no te deja imaginar y se pasa la hora explicándote la historia porque la gritan en voz alta por el teléfono.

María dijo...

Además de lo curioso de nuestras expresiones... eso de subir arriba y bajar a bajo... mirar lo que se dice, es como que te indican con el dedo índice y te están regando severamente aun sin quererlo... conste que a mi sin querer me salen montón de cosas así, me saben ricas las palabras, huelo el cariño y saboreo la música como nadie por ejemplo...

Verás, yo slavo que salga de viaje, jamás uso el móvil, uno de los motivos por los que no me gusta el móvil, a parte de que no me gusta que me pillen a contra pie es justamente lo que has descrito... por el móvil tengo la sensación de que debo hablar a gritos para que me escuche mi interlocutor, necesito un auricular para sentir que me escuchan bien la otro lado... me gustaría ver tu cara al recibir el alarido de esa Sra de los labios tan rojos y agresivos como sus palabras :-)



Un besito cielo... si hubieras escuchado el resto de la conversación a lo mejor, además de labios rojos le ponías escoba y nariz puntiaguda a tu personaje... a veces es mejor quedarse con la duda DALT


Muaaaaaaakss gigante bonita.

Anónimo dijo...

Yo siempre miro atentamente todo lo que me dice signorina..

Incluso la escucho cuando dibuja, sin poder pestañear mi oreja.

También soy capaz de verla en su cama desvelada por la noche , cuando la leo...

A veces huelo el aroma que desprende, tocando las teclas de mi PC...


Será que recibo mensajes confusos?
Será la primavera,
Será que .......

Un piacere

Sicilia

el paseante dijo...

Seguramente a esa mujer le costaba encontrar las palabras para explicar esa historia y le hubiera sido más fácil contársela con imágenes. En catalán también usamos ese "mira què et dic".

Daltvila dijo...

Fiorella: Es fundamental para mí que te miren a los ojos y mirar al conversar.

Besos ya primaverales


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Houellebecq: Estoy de acuerdo contigo. La gente en la calle es una gran fuente de inspiración porque, como suele decirse, la realidad siempre suprera a la ficción.

Te envío u abrazo a tu Biblioteca

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María:

Es verdad, el lenguaje de por sí sabe rico y se puede tocar y mirar, además de escuchar.

A mí tampoco me gusta usar el movil en transportes públicos y las veces en que me veo obligada a hacerlo por aprovechar el tiempo, tan preciado, cuando cuelgo me quedo con la sensación de que todo el vagón ha compartido conmigo un trocito de mi vida y que me desvestido un poco en su presencia.

Y sí, me parece que a la señora le habría puesto a cabalgar sobre una escoba... No sé, quizás tuviera sus buenas razones para estar así
:(

Mi cara seguro que era un poema porque, según me dice todo el mundo, es bastante expresiva y no sé disimular.

Besos de margaritas blancas.

* Me he vuelto a cambiar el salvapantallas a tus margaritas (te tomo prestada la foto)

Daltvila dijo...

Gracias Sicilia:

Creo que, sin pretenderlo me has escrito un poema precioso.

Yo también te veo a través de tus letras en la alegre y vividora Sicilia.

Besos primaverales, aunque dosificados para que no se te altere en demasía la sangre ;)

Daltvila dijo...

Mi Paseante:

Estoy completamente de acuerdo con tu opinión. Es una pena que haya personas que no cuenten con los recursos suficientes para poder expresar con palabras lo que sienten pues eso les provoca muchas veces una impotencia enorme.
Así, muchas veces acaban recurriendo a elevar la voz como si así se les pudiese comprender mejor o a expresar su rabia de un modo agresivo con lo que pierde fuerza su discurso y acaban creando situaciones bastante violentas.
La enseñanza de la Lengua debería ser un objetivo fundamental y se le debería dedicar más tiempo en los colegios. Yo pienso que sería mejor, sin duda.

También te envío a tí besos que una vez recibas se transformarán en margaritas blancas con un fondo de cielo azul:)

Cecilia Taboada Palafox dijo...

Como dices, la enseñanza de la lengua, o el descenso del uso de los móviles... y a prender a completar una conversacion con los ojos!

A parte: Qué interesante es perderse en esos pequeños detalles cotidianos!

Daltvila dijo...

Supe:

Yo prefiero un millón de veces las conversaciones en una cafetería mirándote a los ojos, pero en estos tiempos tan frenéticos cada vez resulta más comlicado.

Besos y Feliz Fin de Semana primaveral!!!