martes, 6 de diciembre de 2011

Noche hechizada

Estamos cenando en una terracita de una alegre ciudad. Después de ponernos de acuerdo respecto al sitio, titubeando entre tres locales con mesitas afuera (es lo que tiene juntarse tres con tres personalidades tan marcadas), nos sentamos en unos taburetes junto a una pequeña mesa arrimados al tronco de un naranjo.
Si fuera primavera, olería a azahar.
Si fuera verano, vestiríamos ligeros vestidos de tirantes.
Si fuera invierno, buscaríamos el calor en el interior, huyendo de la humedad y el helor de la noche.
El otoño no ha finalizado y la temperatura de la velada, hace que el bullicio y la alegría estén aquí, en la calle, convirtiendo el interior en un vestíbulo en el que los camareros entran y salen ágiles con bandejas cargadas de vino y deliciosas tapas.
Entre risas, la escena cambia para mí y esto hace que me acuerde sin remedio de talvezquisedecir@blogspot.com y su "La mesa de al lado".
Llega con su amigo y se sienta sin quitarse su pequeña mochila a la espalda. Su sonrisa ilumina todo y me contagia su contento, acrecentando el mío.
Esta noche todos estamos bajo un maravilloso hechizo que nos hace departir con cuantos nos rodean e incluso, a veces, con quienes pasan junto a nuestras mesas.
Al lado, una joven parejita de Erasmus, francesa, se dirige a mí y no sé cómo acabamos hablando en mi francés de aficionada y su español estrenado. Cuando nos permitimos mutuamente seguir saboreando la deliciosa comida y el buen vino, observo que ellos, nuestros vecinos de la izquierda, siguen hablando con nosotros, sus vecinos de la derecha, y acabamos riendo, bromeando, brindando y celebrando la mágica vida.


Si fuera contigo,

sería yo.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Esto que describes, querida Dalt, es saber vivir y aprovechar todo y cada uno de los momentos, situaciones, conversaciones, miradas, sonrisas..., de tu Carpe Díem y lo demás son tonterías...

¡Me encanta notarte así! Irradias alegría y felicidad por todos los costados. Y me encantaaaaaaaaa.
:)))))))

Bisous, ma belle, d'ici à la parisienne Place des Vosges.

* Ciertamente muy recomendable la bitácora de Mario (Talvezquisedecir), cuando él me descubrió su blog, se iluminó más aún el mío.
:)

Daltvila dijo...

Sé que te alegras por mí de corazón y notas bien: Estoy alegre y feliz, muy feliz:D

Y como la vida es así, como cantaba Serrat, unas veces nos besa en la boca y otras, nos gasta una broma y nos despertamos sin saber qué pasa, voy a aprovechar y saborear este momento, sin perderme nada.

Un abrazo muuuuuuyyyyy fuerte, Ámber parisienne!!!

M dijo...

Te has olvidado de especificar si es hemisferio Norte o no.

el paseante dijo...

Qué envidia de noche. Las pocas veces que he vivido un ambiente tan agradable, he redondeado la velada marchándome sin pagar. Se dispara la adrenalina y sólo me pillaron en una ocasión.

Tempus fugit dijo...

Esas noches son las mejores, las que nos hacen seres humanos, seres humanos felices.

besos

Daltvila dijo...

Mr. Paseante:

¡Qué emocionante ha de ser irse de cena con Vd.!
Creo que solo en su compañía me atrevería a marcharme sin pagar. Eso sí, tendría que avisarme para no ponerme tacones.

Daltvila dijo...

De cenizas:

Si que es maravilloso. Ahora, de nuevo, en mi anodina y acelerada vida, a veces me acuerdo de esa noche tan especial.

Un abrazo y espero que en Salamanca hayas disfrutado de muchas así :)

Daltvila dijo...

... Bueno, Mónica, no mantendré más la intriga:


HEMISFERIO SUR

M dijo...

las estaciones están inversas...