domingo, 18 de diciembre de 2011

KARAOKE Y CANELA

Llevo desde el viernes a mediodía asistiendo a comidas y cenas prenavideñas, del trabajo y de amigos, compensando con alcachofas al vapor y pescado a la plancha. La compensación del resto (karaoke, bailoteos,....) solo puedo llevarla a efecto a través del sueño y del descanso.

El caso es que a pesar de tanta comida y cena celebrando las fiestas que vienen, del alumbrado público y del olor a castañas asadas, este año no acabo de sentir el espíritu de la Navidad.

Anoche salí con el serio propósito de regresar tan pronto acabaramos de cenar pero he llegado al convencimiento de que soy tremendamente blanda porque me liaron, esgrimiendo razones endebles del tipo de "Piensa que la próxima semana no vamos a salir porque vamos a hacer vida familiar", "No puedes hacernos esto" (¿el qué?, me pregunto hoy, anoche me sentía una traidora de mis amigos) y acabé llegando a casa de madrugada. Para colmo, recuerdo que nos hicieron una foto en un pub, de esas que luego cuelgan en su web o en el propio local ¡HORROR!*

El otro día le decía a mi madre, a propósito de que estoy tomando jalea real:

Entiéndeme mamá, ¡Tengo que tomarla para poder aguantar esta vida de adolescente que llevo últimamente!

Esta tarde iba a ir también a casa de unos amigos que me habían invitado pero finalmente ha surgido un imprevisto y me quedo en casita.
Tan pronto me lo ha dicho mi amiga, he encendido la calefacción y unas luces hermosas que he metido esta mañana en un alto jarrón de cristal que me regalaron un mes de mayo. A continuación, me he puesto música brasileña por contraste y me ha puesto a cocinar un chutney de pera.
El aroma que desprende al cocerse llena el espacio del aire de canela, nuez moscada, piel de naranja, ...
Pienso en guardar un frasco del que haga para ellos, para que acompañen un delicioso paté estas fiestas y me recuerden aunque yo no esté.
Cuando regalas una mermelada o un chutney de pera, sirva el ejemplo, regalas no solo la conserva en sí, sino tu tiempo y el amor que le pones al cocinar.

Hoy luce un sol hermoso de invierno que proyecta reflejos y sombras en el interior de mi casa, haciéndola especialmente bella,  por cursi que suene.




* Escribe cien veces: NO VOLVERÉ A POSAR PARA LA FOTO DE UN PUB.

7 comentarios:

M dijo...

Me recuerdas a una etapa de mi vida que tuve muchas cenas. Te veo viva y alegre. Disfruta el momento.
Me gusta tu última frase y tu comentario.

Tempus fugit dijo...

Empezaré confesando que no sé qué es un chutney. Pera, sí sé lo que es :) y las cenas, comidas... pre navideñas, también . Cuando se cocina con amor, el amor da un sabor especial, está claro.



besos

el paseante dijo...

¿Cómo era aquello? ¿Llena los años de vida antes que la vida de años? Disfruta todo lo que puedas.

PD: He escrito en Youtube: "Daltvila karaoke" y me han salido tres clips. Supongo que eres tú.

M dijo...

Has probado el néctar de Pera?
Yo tampoco se lo que es un chutney pero si ese olor es tan bueno como el sabor del néctar seguro que me gusta

Daltvila dijo...

Mónica:

Para disfrutar de la vida, basta con pensar cada día que cosas tan simples como cocinar pueden reportarte un bienestar enorme. Son las pequeñas cosas las que nos alegran sin complicaciones, serenamente, el sabor cotidiano. Esto que se repite tanto y que, a fuerza de repetirse, nos suena a tópico, es una realidad.
Ahora bien, eso no quiere decir que complicarse no tenga su punto, como se dice ahora, pero hay etapas en la vida que te piden paz y serenidad, que no existan altibajos ni miedos, no vivir con el alma en vilo o en un puño.

Daltvila dijo...

Para De cenizas y tamién Mónica, deciros que el chutney es una conserva agridulce y especiada que me transporta a la cocina de otros paises. Huele de maravilla y gana con el tiempo en la nevera, al asentarse y emulsionarse todos los ingredientes (cebolla, manzana, tomate, piel de naranja, zumo de naranja, vinagre, canela, nuez moscada, jengibre, azúcar moreno, una pizca de sal y, por supuesto, peras). Ya puesta, os diré or si os animáis a meteros entre fogones, que se cuece todo salvo las peras, muy lentamente, durante unos 50 minutos. Después agregas las peras y lo cueces unos 20 minutos más. Debe quedar con la consistencia de una compota.

No sé si abrir un blog de cocina ;)

Daltvila dijo...

¡Ay, Paseante, no me asuste!

¿No sería la de "Sobreviviré" de Mónica Naranjo?

* Me he mudado a una isla perdida del Pacífico. En estos momentos la Interpol va detrás de mí por plagiar a la cantante de una forma tan aberrante.