lunes, 24 de junio de 2013

Vivir sin miedo



Uno de nuestros mayores enemigos es el miedo.









El miedo a que nos dejen.
El miedo a dejar.
El miedo a comprometernos.
El miedo al qué dirán.
El miedo a estar solos.
El miedo  a perder.
El miedo a hacer el ridículo.
El miedo al rechazo.
El miedo a no estar a la altura.
El miedo a los resultados.
El miedo a las consecuencias...

Y el miedo nos hace perdernos más de media vida.




- ¿Y sabes ya si está con alguien?
-  No lo sé...
- Y a pesar de eso, ... ¿estás decidido?
- Pues sí, me tiro al barro y que sea lo que sea...



Anoche dejé de lado el miedo y salté la hoguera.
Noche de San Juan
Cientos de grupos entorno a una hoguera.
Luna llena.
Mar en calma...

A las doce, cientos de farolillos voladores fueron llenando el cielo y no cesaron de ascender a lo largo de la playa durante casi dos horas...
Compartimos la leña con nuestros vecinos, dejamos que unas chicas clavaran unas barritas de incienso juntos a nuestro fuego...

No me lo habría perdido por nada del mundo!

Fue mejor que una Nochevieja.

Realmente tiene algo esta noche..

9 comentarios:

P. Belano dijo...

Los miedos son inevitables, podemos evitar que tomen el control.

Me alegro que disfrutaras de la pasada noche, a mí esas aglomeraciones populares me agobian un poco.

Un beso Dalt.

De barro y luz dijo...

Miedo y precaución son necesarios, pero no deben atenazar los pasos ni los latidos. Los miedos están para vencerlos.


Bss

D.F. dijo...

Yo he saltado la hoguera dos veces...

Sergio dijo...

Últimamente oigo hablar mucho sobre el miedo. Yo mismo he dejado en el tintero un post sobre el miedo que descarté por algún motivo(descarto muchos post que escribo y así voy de lento publicando). Como dice Zavala el miedo es inevitable y hay que evitar que tome el control. Fácil decirlo pero hacerlo ya es otra cosa. Y controlas uno pero te puede el otro. aún así es bueno tomar conciencia de que se puede manejar conscientemente. Qué suerte y envidiada tu noche de San Juan. Saludos.

Daltvila dijo...

Gracias Zavala...

no había demasiada aglomeración, la playa es gigante y hay espacio para todos. Me sentí muy bien, a mí tampoco me gustan demasiado las aglomeraciones en general, aunque reconozco que hay momentos en que me gusta sentirme en el medio del bullicio, es como latir al unísono..Soy así de contradictoria!

Supongo que esto que escribí sin pensar demasiado no es sino un ejercicio para tratar de convencerme de no ser miedosa ;)

Besos

Daltvila dijo...

Me encantaría tener la fórmula para lograrlo porque efectivamente un poco de precaución es necesaria.

Siempre son sabios tus comentarios, De barro y luz

Un fuerte abrazo

Daltvila dijo...

Dos veces Temujín?

No está nada mal... y seguro que lo hiciste por el centro de la hoguera.. Reconozco que salté un pelín por el lado ;)

Besos

Daltvila dijo...

Caray S. ...no te lo pienses a la hora de publicar,estoy segura que te dejas para ti escritos muy interesantes.

Sí, tomar conciencia es el primer paso.

Fue una noche preciosa, mi mejor noche de San Juan... hasta ahora...espero aún mejores :)

Besos

el paseante dijo...

Me he imaginado esos farolillos voladores en el cielo y a ti observándolos tranquilamente junto a la hoguera. Sin duda, la noche de San Juan es mágica. Y hay una frase de Eduard Punset que me gusta mucho: "La felicidad es la ausencia del miedo".