Ayer fregué a mano esa cristalería que compré con mi segundo sueldo para mí boda. Treintaseis copas de vino tinto, blanco, cava, Martini...
Después las sequé una a una delicadamente mientras soñaba la banda sonora de la serie "Navidad en casa" y volví a colocarlas en la misma vitrina.
Al acabar me di cuenta de que nunca les di el destino que calculé para su vida cuando pegué mi nariz a aquel escaparate y me enamoré de ellas.
Pensé que ahora sí, que ayer por la noche tenía la nueva oportunidad de inaugurar su uso y que incluso, aquel iba a ser un acto simbólico.
Abrí una botella de vino y me serví en una de esas preciosas copas y brinde por ello.
8 comentarios:
¡¡¡Salud!!!
Y bienregresada!!!!!
Bss
😊Gracias
Qué gusto volver a casa cuando lo necesitas
Un gran abrazo
Siempre se regresa donde se estuvo a gusto, verdad? Aunque pasen los años.
Respecto a esas copas, cuantas cosas tenemos en casa que en su día compramos con ilusión y nunca más hicimos caso...o la vorágine de la vida no nos daban tregua para hacerlo.Esta bien reencontrarse con esas pequeñas cosas que pueden hacernos felices. Porque de eso se trata todo. ☺️❤️
Besazos Dalt!!!!
Gracias:)
Me alegra el reencuentro. Espero que estés bien dadas las circunstancias.
Escribir en este mundo chiquitito que tenemos aquí es un bálsamo para la vida.
Un GRAN ABRAZO
Tiempo de regresos por la puerta grande. Tú, Maman Boheme, que gusto veros en tan buena forma como antes o mejor. Saludos. Espero que vaya todo bien.
Tú sí que eres grande Sergio :)
Qué bien reencontrarnos!
Me gusta beber el vino en copa y en estos tiempos de pandemia es de los pocos homenajes que nos podemos dar.
Brindo contigo con tu permiso.
Un placer leerte
Beso
Por nosotros!
Porque tengamos salud todos y cada uno de nosotros y no nos falte la ilusión y el amor cada dia:)
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