miércoles, 14 de agosto de 2013

Error?



Anoche me quedé mirando las estrellas, supongo que como muchos. Había demasiada contaminación lumínica pero pese a ello vi caer dos pequeñas estrellas, tenues, casi invisibles. Pedí un deseo para alguien, el mismo que yo pedí por partida doble la noche del sábado.

La noche del sábado un precioso cielo estrellado estaba sobre mi cabeza. Fui muy afortunada de encontrarme en lo alto de una montaña, muy en lo alto, tanto que casi podía tocar las estrellas con mis manos. El cielo estaba negro brillante y se veían las constelaciones, los destellos de los astros. Sentí como el pecho se me llenaba de aire y de emoción cuando vi caer la primera estrella. La caída fue tan "fugaz" que apenas tuve tiempo de pensar un deseo y me nació uno deprisa. Puede que no lo pensara, sí, realmente no lo pensé, me surgió espontáneo. Después me di cuenta de que solo eso es lo que deseaba, es tan sencillo como eso. Mi deseo podría decirse que es un concentrado de deseos y ninguno en particular.
Os aseguro que si se me presentara el de la lámpara maravillosa me sucedería exactamente igual, no sabría muy bien que tres deseos pedir y, sin embargo, sí me surgiría sin titubeos el único e idéntico deseo de la otra noche.




Pedimos deseos al soplar las velas en nuestro cumpleaños.
También lo hacemos al tomarnos las uvas en nochevieja.
O al arrojar una moneda en cierta fuente...

Siempre he tenido claro lo que quería  y casi siempre me he preguntado si deseé lo correcto, ya sabéis eso de "cuidado con lo que deseas, se puede hacer..."
Creo que estoy en el momento de mi vida más indeciso de todos, ya no sé muy bien qué es lo que quiero o puede que todo se reduzca a mi ignorancia acerca de lo que me conviene.

Si pudieras decidir, obviando todas tus circunstancias:

¿qué vida te gustaría vivir?
¿qué cambiarías? o
quizás, no cambiarías nada?

Deseo puede ser sinónimo de cobardía.

De acuerdo, ahora tienes una segunda oportunidad.

¿?

14 comentarios:

Saramaga dijo...

Nuestro subsconsciente es más sabio que nuestra cabeza a veces. De él afloran lo que de verdad sentimos o anhelamos.
Es cierto que es mejor hacer caso a la cabeza y al sentido común... pero.. ¡no nos engañemos! Es mucho menos divertido! ;-)
y en cuanto a tus preguntas... me encanta mi vida. Cambiaría cosas, claro... malas decisiones... ¿pero quien me dice que las decisiones alternativas eran las correctas?

Besos

Anónimo dijo...

DALT:

Me ha encantado tu noche allá en las alturas, donde casi pudiste tocar las estrellas con las yemas de tus deditos. Y seguro que alguna lágrima de San Lorenzo te va a conceder esa concentración de deseos cuando menos lo esperes, es así el destino, muchas veces caprichoso.

Oye, ¡qué monada de ilustración! Es taaaaan tierna como tú y tu perrita. No sé por qué, pero nada más verla así me lo ha recordado. :)

Para mí la vida es toda esencia y , nos guste o no, es una etapa que tenemos que compartir o vivir a solas, cercana o lejana, grande o pequeña, real o imaginaria, energía o realidad, aquí está y nos acompaña; por ejemplo, tan solo con dar un paseo por la montaña o cerca del mar para poder observarla y disfrutar de ella INTENSAMENTE, de cada instante precioso y preciado que nos va regalando.

Te diré más, yo la vida la interpreto como si fuera un puzzle que se compone de pequeños y grandes momentos que a veces parecen no tener sentido, sin embargo, al final todos encajan. Si se es una buena persona los amigos y la familia se encargan de avisarnos de que desechemos piezas que no encajan, aunque una se haya empeñado en que sí. Y una sabe que no se ha equivocado cuando ve que el puzzle que va obteniendo es mut bonito y puede ayudar a los demás a hacer su propio puzzle también bonito y placentero.

Una abrazo enorme, cargado de energías súper buenas y que sigas viviendo con intensidad cada momento, DALT.

P. D.: ¡Me alegro mucho que te gustara tanto la música que os incluí a MARÍA (ojalá la llegue a escuchar nuestra buena amiga) y a ti!
La voz de la cantautora aragonesa es una PASADA, ¡madre mía qué MARAVILLOSAMENTE transmite con sus canciones, a través de sus compañeros el piano y la guitarra!

Anónimo dijo...

DALT, ¡hola de nuevo!

Quiero compartir contigo un artículo de Ángeles Caso (aparecido en La Vanguardia hace ya tiempo), en donde explica y resume a la perfección lo qué para ella representa VIVIR, la VIDA... Y es que no tiene desperdicio alguno. Dicho artículo lo guardo como oro en paño, ya que todo lo que aquí plasma es tremendamente sabio, o al menos así me lo parece a mí. Además de estar escrito con una gran sensibilidad.

Abra7s,

Ámber

ARTÍCULO de ÁNGELES CASO:

LA VANGUARDIA Magazine
19/01/2012 - 23:59h

LO QUE QUIERO AHORA:

Será porque tres de mis más queridos amigos se han enfrentado inesperadamente estas Navidades a enfermedades gravísimas. O porque, por suerte para mí, mi compañero es un hombre que no posee nada material pero tiene el corazón y la cabeza más sanos que he conocido y cada día aprendo de él algo valioso. O tal vez porque, a estas alturas de mi existencia, he vivido ya las suficientes horas buenas y horas malas como para empezar a colocar las cosas en su sitio. Será, quizá, porque algún bendito ángel de la sabiduría ha pasado por aquí cerca y ha dejado llegar una bocanada de su aliento hasta mí. El caso es que tengo la sensación –al menos la sensación– de que empiezo a entender un poco de qué va esto llamado vida.
Casi nada de lo que creemos que es importante me lo parece. Ni el éxito, ni el poder, ni el dinero, más allá de lo imprescindible para vivir con dignidad. Paso de las coronas de laureles y de los halagos sucios. Igual que paso del fango de la envidia, de la maledicencia y el juicio ajeno. Aparto a los quejumbrosos y malhumorados, a los egoístas y ambiciosos que aspiran a reposar en tumbas llenas de honores y cuentas bancarias, sobre las que nadie derramará una sola lágrima en la que quepa una partícula minúscula de pena verdadera. Detesto los coches de lujo que ensucian el mundo, los abrigos de pieles arrancadas de un cuerpo tibio y palpitante, las joyas fabricadas sobre las penalidades de hombres esclavos que padecen en las minas de esmeraldas y de oro a cambio de un pedazo de pan.
Rechazo el cinismo de una sociedad que sólo piensa en su propio bienestar y se desentiende del malestar de los otros, a base del cual construye su derroche. Y a los malditos indiferentes que nunca se meten en líos. Señalo con el dedo a los hipócritas que depositan una moneda en las huchas de las misiones pero no comparten la mesa con un inmigrante. A los que te aplauden cuando eres reina y te abandonan cuando te salen pústulas. A los que creen que sólo es importante tener y exhibir en lugar de sentir, pensar y ser.
Y ahora, ahora, en este momento de mi vida, no quiero casi nada. Tan sólo la ternura de mi amor y la gloriosa compañía de mis amigos. Unas cuantas carcajadas y unas palabras de cariño antes de irme a la cama. El recuerdo dulce de mis muertos. Un par de árboles al otro lado de los cristales y un pedazo de cielo al que se asomen la luz y la noche. El mejor verso del mundo y la más hermosa de las músicas. Por lo demás, podría comer patatas cocidas y dormir en el suelo mientras mi conciencia esté tranquila.
También quiero, eso sí, mantener la libertad y el espíritu crítico por los que pago con gusto todo el precio que haya que pagar. Quiero toda la serenidad para sobrellevar el dolor y toda la alegría para disfrutar de lo bueno. Un instante de belleza a diario. Echar desesperadamente de menos a los que tengan que irse porque tuve la suerte de haberlos tenido a mi lado. No estar jamás de vuelta de nada. Seguir llorando cada vez que algo lo merezca, pero no quejarme de ninguna tontería. No convertirme nunca, nunca, en una mujer amargada, pase lo que pase. Y que el día en que me toque esfumarme, un puñadito de personas piensen que valió la pena que yo anduviera un rato por aquí. Sólo quiero eso. Casi nada. O todo.

-- Ángeles Caso

Sergio dijo...

A veces me ha hecho más feliz lo que me ha caído sin desearlo que lo deseado, a mí ya me va bien ese tópico de ten cuidado con lo que deseas. Si quisiera otra vida no estoy seguro de cual querría. Tendría indecisiones semejantes a las tuyas. Pero es la indecisión la que nos deja siempre en el mismo punto, desgraciadamente. Ayyyy, no son las estrellas ni las velitas de cumpleaños las que cumplen deseos. Es el esfuerzo diario. Buen verano y vacaciones si sigues en ellas.

Daltvila dijo...

Saramaga:
Cuando observo a los niños me convenzo de que el subconsciente además de divertido, resulta más auténtico, pero eso de actuar así,como te surja, sin pasarlo por el tamiz de la razón y del sentido común... Ufff, no sé... no tengo ni idea :(

Conforme me hago mayor, cada vez tengo las ideas menos claras.

Besos

Daltvila dijo...

Yo, Ámber, me he dado cuenta (creo que tú también) de que acercarte a lo cotidiano y a la Naturaleza, a lo aparentemente simple, te ayuda a colocarte de nuevo en tu vida, te acerca a lo importante y resta importancia a lo que pretende tenerla sin motivo.

En cuanto a la ilustración, a mí también me resultó muy tierna (tengo que enterarme de quien es y que figure su autoría).

Mil gracias por compartir este tesoro de Ángeles Caso, especialmente el último párrafo.

¿Dabes, amiga Vividista? Me gusta mucho tenerte por aquí :D

Besos de energía y pásatelo bien y atesora buenos ratos!

Daltvila dijo...

Ya somos dos S. que hacemos verdad ese tópico ;) o ;(

Es el esfuerzo, la voluntad, el ánimo, ... No dejar que nos venza la pereza ni la desesperanza.

Sigo con vacaciones intermitentes. Espero que lo lleves lo mejor posible y sepas sacarle partido a este verano tuyo.

Un abrazo

Daltvila dijo...

Acabo de ver que le estás sacando mucho partido, S.

maría josé tirado dijo...

También yo tuve la oportunidad de disfrutar de las estrellas el sábado, en un momento dado mientras conversábamos en el jardín entorno a la mesa de la cena se fue la luz y descubrimos un cielo maravilloso sobre nuestras cabezas. Sólo tengo un deseo que pedir, solo uno que vale por todo. Y a pesar de ello no cambiaría absolutamente nada. Saludos!!

el paseante dijo...

El sábado vi dos estrellas fugaces en el cielo de Barcelona después de cenar en un ático (aunque no estaba tan alto como tú). Siempre pides algún deseo como en Nochevieja, en el cumpleaños... Sabes que son tradiciones tontas pero, como tampoco representa ningún sobreesfuerzo mental, lo haces. Espero que se cumplan tus sueños y tus deseos, Daltvila.

Daltvila dijo...

María José, eres muy afortunada al decir que no cambiarías absolutamente nada. Yo si que cambiaría alguna, si bien esa enorme equivocación me trajo algo que no cambiaría por nada del mundo. Es lo contradictorio de la vida.

Feliz fin de semana!

Daltvila dijo...

Yo también deseo de corazón que se cumplan tus sueños Paseante.
Quizás vimos las mismas estrellas fugaces y el cielo nos unió :)

Un abrazOso

De barro y luz dijo...

La formulación de deseos es quizás la toma de conciencia, la expresión explícita de lo que se desea. Y siendo así es el punto de partida que posibilita la realización de lo que se ha formulado. No se puede cumplir un deseo que no ha existido.
Va, yo voy a formular uno: Genio de la lámpara, sólo te voy a pedir uno:¡Que se cumplan todos los deseos que no impliquen perjuicio a nadie!


Bsss

Daltvila dijo...

Me sumo a tu deseo, De barro y luz :)

Besos