Un simpático virus

Dos años había tenído su ordenador dormido, en estado de coma, tras ser vencido por un simpático virus. Primero lo conservó sobre su mesa de despacho como si de una escultura se tratara pero había poco espacio y un buen día lo bajó al suelo y tras dejarlo en una esquina donde no estorbara demasiado, lo cubrió con una bonita bolsa de Zara Home.
El PC guardaba sobre todo fotografías, algunos escritos del trabajo, unos relatos y poco más.

"El amigo de mi hijo es un cerebrito informático y seguro que te lo resucita".

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Fue estupendo volver a ver aquellas fotografías antiguas. Muchas se perdieron pero aún así era como un milagro recuperar las restantes.

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Repasar todo el contenido del PC era como una aventura, ir abriendo una tras otra todas las carpetas.

Era una aventura y fue una sorpresa imprevista franquear la siguiente que llevaba por título su nombre.

"Día nº 1", eso figuraba en esa carpeta que al abrir la dejó desconcertada. Era escalofriante, unas palabras, apenas unas páginas eran capaces de desvelar la cara que había estado oculta...