jueves, 29 de marzo de 2012

¿Soy una rara avis?

"He cerrado por solidaridad con quienes hacen la huelga"

Este era el pequeño cartel escrito a mano que aparecía pegado en el escaparate de una pequeña tienda de barrio de decoración, de trapos, collares, fulares,...

Esta mañana acudí a la ciudad en coche, pues temía la huelga de transporte, sin duda, el sector que más puede contribuir a que se note el paro general. No me quedaba otro remedio que ir y procuré buscar un horario "no punta".
El tráfico era fluído. Aparcar ha sido muy facil. Se me ha roto la radio del coche y ahora solo puedo escuchar música en el CD, de forma que andaba absolutamente ignorante a la repercusión que la huelga estaba teniendo.
Al salir a la calle, al lanzarme a la calle con el impulso cotidiano, me he sentido como desubicada temporalmente, circunstancialmente, con el pie cambiado. El calendario había pasado por alto el jueves, el viernes y el sábado y era domingo. Una mañana temprana de domingo. Las persianas bajadas de los bares y cafeterías, de la farmacia y hasta del horno de la esquina.
Eramos muy pocos los que transitábamos las calles a esas horas y nos mirábamos al cruzarnos como si fuésemos auténticos fantasmas.
A pesar de la extrañeza de todo, se respiraba paz, alegría y sabor de triunfo.
Estaba convencida que el día había nacido tremendamente prometedor, conquistador de todos nosotros, la mayoría absoluta.
Conforme pasaba el día me iba desinflando. He encontrado a muchos funcionarios que seguían desarrollando su trabajo como si la historia no fuera con ellos. He entablado pequeñas conversaciones, siguiendo la línea de María, y me he encontrado de todo. Adeptos, pasotas, refugiados, temerosos, pesimistas,... gente que había tirado la toalla antes de luchar.

"¿Para qué?  Total, no van a conseguir nada!"

Pero lo peor ha sido encontrar a quienes ante cualquier comentario de apoyo a la huelga por mi parte, me miraban como si fuese una "apestada sindicalista-roja-hippy".

¿Estaría yo confundida?¿Sería una rara avis?

He acabado un poco con la sensación de que la desubidada soy yo, no sé si geográficamente, espacialmente, socialmente,...

Menos mal que aún tengo un reducto en el que me siento como pez en el agua. Bueno dos reductos, mi reducto real y mi reducto virtual-real que sóis vosotros.

¡Viva la Revolución!

Cuenta conmigo para hacerla :)

martes, 27 de marzo de 2012

El placer de hablar y responderse a través del silencio

Cada vez que colocas el ratón sobre un nick (¿se dice así?) es como cuando vas al teatro a ver una obra de la que apenas oiste hablar y que promete ser una sorpresa.
Cliceas sobre el nombre y de repente, se hace el oscuro que precede al inicio de la obra. Sobre el fondo negro se va llenando el espacio de la pantalla de arriba a abajo, descendiendo lentamente el telón con vida, habitualmente con un encabezamiento en forma de fotografía o dibujo, con colores que te llaman y después, ..., después viene lo mejor, cuando lees un texto que te hace reir o te encoge el corazón o te emociona o te estremece o te hace pensar o te aporta algo o descubres una canción o un corto o una frase,...
Os iba a contestar a todos pero esta noche sentí el impulso de escribir así.

Tres llamadas de teléfono practicamente seguidas, insistentes, urgentes, ... Tres llamadas que no pude contestar. Resultaría muy largo de explicar pero os prometo que no podía contestarlas.
Respuestas mías a destiempo no respondidas tampoco. Mensaje, llamada y e-mail.
Han pasado ya dos horas y estoy aquí, bastante preocupada, con vosotros no tengo por qué disimular. En fin, que tampoco me apetece importunar a nadie a estas horas con algo que ni siquiera yo sé, ni quiero imaginar. Podía aventurarme en mis pensamientos y hacer quinielas conmigo misma pero con los años aprendí que en estos casos es mejor no pensar y prestar atención a otras cosas más pragmáticas.
He recogido la cocina como nunca y la he dejado impoluta. Normalmente por la noche estoy tan cansada que hago lo justo.

Pasando el tiempo. Matando el tiempo. No me gusta esta expresión. Entreteniendo el tiempo me gusta más.

Bueno, como decía, entreteniendo mi tiempo, me he ido a cotillear en mi propio blog cuáles eran  las "PALABRAS CLAVE DE BÚSQUEDA" y me he reído muchísimo. Quería compartir con vosostros algunas de ellas. Ahí van:

1ª) divorcio sergio dalma
2ª) canción ni tú ni nadie cantada con la flauta
3ª) como una persona flauta ppuede engordar en poco tiempo
4ª) oigo unas campanitas mientras duermo
5ª) cómo dormir en pareja
6ª) premoniciones al dormir,...

Mi favorita es la primera, por supuesto e imagino que sale de mi entrada "Separado en vías de divorcio". Me da risa imaginar la cara que se le pudo quedar al que la leyó buscando información sobre su cantante favorito..



Me encantó lo que dijo Supe en su comentario anterior, lo de hablar y responderse en silencio. Es precioso. Si me lo permites, creo que esta entrada la voy a titular así.

Gracias a todos, de corazón :-)

domingo, 25 de marzo de 2012

Personas como tú y como yo

Me dijo:


-  ¡Deberías tener un blog!

- ¿Y eso qué es?
- Ya te lo explicaré, pero en esta situación te iría muy bien. Es algo de internet.

- (¡Horror!) Si es por internet, creo que no será, que no lo tendré, porque no confío en absoluto en ese mundo. Me da miedo, no sé si se puede confiar en la gente que navega en ese medio, si puedes creer lo que te cuentan. Me aterra comunicarme con alguien cuyos ojos no veo.
- ¡Déjate de prudencias! Internet es como la vida real. ¡ Te asombraría saber quienes están ahí! Personas como tú y como yo. Los tiempos han cambiado y con tu lío de vida y el poco tiempo del que dispones, bien podrías tener ahí una valvula de escape, tu espacio, tu reducto de paz. Podrías sentarte al final del día ante el ordenador cuando todo está dormido y conocer gente que probablemente tenga más afinidades contigo que aquellos con quienes te codeas a diario o puede que aquellos con quienes te codeas a diario escondan un mundo interior muy rico pero que, al ritmo trepidante en el que nos movemos durante el día, resulte imposible extraerlo.
- ¿Y no podrías adelantarme algo?
- Ahora no tengo tiempo. Tenemos que quedar otro día con tarde por delante y te ayudo a crearlo. Luego tú escribe sobre lo que quieras, sobre lo que sientas, sobre lo que te apetezca. Suelta lo que llevas dentro o puedes evadirte y escribir sobre frivolidades. Tú misma lo irás creando sin darte cuenta.Y si te cansas, con cerrarlo basta.

- ¡Mira que te gusta crear suspense!




Me dejó intrigadísima.



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Pasaron varios meses y nació tal y como cuento en mi primera entrada "A veces suena la flauta".



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Pasaron unos cuantos meses más.
Una noche estabamos cenando en un Mc Donalds (lo siento pero es así, era un Mc Donalds y os aseguro que a mí me va lo de la dieta sana pero un día es un día).
En un lugar tan artificial, tan superficial, tan de cartón-piedra, una vez devoramos la hamburguesa, las patatas fritas y la Coca-cola light, me preguntó qué tal me iba con el blog, aunque yo era consciente de que me leía a pesar de que ni comentara ni figurara entre mis seguidores.


- Es extraño _ le contesté. Tenías razón Estoy descubriendo a personas muy interesantes, que escriben genial y que merecerían ser escritores conocidos o puede que lo sean y vayan de incógnito. No sé.

- Ya te lo dije.

- A algunas de estas personas me gustaría llegar a conocerlas personalmente pero me da bastante respeto y temo también que me sienta defraudada ante la imagen que me he construído de ellas. También temo que el hechizo desaparezca y no volver a saber más.

Dejó transcurrir unos instantes con la mirada perdida y hallada en su mente, en sus recuerdos y vivencias.
- Yo sí llegué a conocer a algunas. Ya sabes que a lo largo de los últimos años he tenido varios blogs. En la actualidad sigo conservando la amistad con algunos aunque ya no escriba.

- Sin embargo, creo que yo dejaré las cosas como están.

- No podrás. Llegará un momento en que necesitarás el conocimiento personal. Estas relaciones virtuales no resisten así mucho tiempo. Es inevitable.





De vuelta a casa entendí la razón por la que me regaló la novela de Daniel Glattauer, "Contra el viento del norte", mucho tiempo antes.



miércoles, 21 de marzo de 2012

Otra vez, la vida



El aire huele a primavera.

Salgo temprano.

El valle se extiende a ambos lados de la carretera.
Pequeñas chimeneas de humo salpican el campo,
ascendiendo entre los árboles, las siembras.
Una ligera bruma se extiende caprichosa.

Amanece.

Me encantaría parar el coche a cada paso.
Me gustaría que estos momentos se quedaran aquí, ahora, siempre.

La vida empieza de nuevo.
Estalla la vida a borbotones.

No te la pierdas.

sábado, 17 de marzo de 2012

Escuchar con los ojos¿?

Ayer por la tarde, iba caminando por la calle con una amiga, por una de esas aceras estrechas que abundan por aquí, de esas en las que casi te rozas el brazo con el viandante de ida (o de vuelta). En nuestro caso, la cosa se dificultaba aún más porque ella tenía que hacer malabarismos para que su hijo de dos años no se le escapara y en ocasiones lo tenía que tomar en brazos.
La ciudad tenía el sonido y el aspecto que tanto me gustan de las tardes de viernes. El rítmo de la vida deja de ser frenético para ser eufórico y todo el mundo de pronto tiene la sensación (engañosa) de tener toda una vida por delante.
En un momento dado tuve que dejar de prestar atención necesariamente a lo que me decía mi amiga porque una señora pasó a mi altura, teléfono móvil en mano, con la voz bastante elevada. La señora se detuvo en seco y dijo:


"¡Oye! ¡Mira lo que te digo!"


A punto estuve de detenerme yo también y de dejar a mi amiga con la palabra en la boca.


He de reconocer que me quedé con las ganas de oir lo que venía a continuación pues prometía ser muy jugoso.


La frase tiene su miga, pues no dice "oye lo que te digo" sino "mira..." y en mí, desde luego, provocó un efecto automático porque la miré atentamente. Su rostro, o no sé si decir su boca, se acoplaba como un guante a la frase. Unos labios rojos, estridentes, abiertos de par en par.

" Te lo cuento solo para que lo sepas."

"¡Vamos a ver!"

" A ver cómo te lo diría yo para que lo entiendas?"

...



*El subrayado no es mío. Es de Mr. Blogger. Ha querido participar y no me ha dejado quitarlo.  

martes, 13 de marzo de 2012

Premoniciones

Me despierto en mitad de la noche, saliendo de un sueño, lanzada sin solución de continuidad con la vigilia. No estoy cansada. Estoy fresca, como si hubiese dormido nueve horas. Nueve. Ni ocho ni diez. Ocho serían pocas y diez serían demasiadas.
Reina un silencio plácido en mi casa. Reina un silencio plácido afuera, en la calle. Ni un coche que pase, ni un perro que ladre asustado. Paz.
El sueño parecía real. No era un sueño de esos de los que no querrías despertar y que luchas por prorrogar en tu mente, alargarlo, conducirlo por la senda elegida, logrando que sus protagonistas sigan al pie de la letra tu guión. Uno de esos sueños que se ven como películas en pantalla grande, con el rítmo de un film de aventuras, en los que incluso parece que suena una banda sonora.
Tampoco era una pesadilla, ni mucho menos.
A través del sueño podía sentir el tacto frío del teléfono en mi mano. Podía percibir el roce de la yema de mi dedo índice resbalando por la pantalla, dejando impresa mi huella dactilar. Podía ver las palabras, claras.
Mi perra duerme. Respira profundamente y percibo su inconfundible olor, ese aroma que querría guardar en un frasco de cristal para siempre. Su olor característico que probablemente no pasaría ningún test de perfumes en la Provenza francesa.
Me levanto con cuidado de no despertarla. Me deslizo hacia los pies de la cama y camino descalza para no hacer ruido, sintiendo como el  frío en mis pies escala hasta mi espalda y me hace estremecer.
Camino como una autómata hasta la cocina y a tientas cojo mi teléfono. A tientas, lo enciendo. La pantalla se ilumina estridentemente. Entorno mis ojos para enfocar y un "1" figura junto al sobrecito de la parte inferior, tal y como aparecía en mi sueño. Abro el sobre y aparece su nombre, tal y como surgía en el teléfono clonado de mi sueño...
Me quedo sin respiración.
Enciendo la luz de la cocina y vuelvo a mirar.
Me vuelvo a la cama.
A la mañana siguiente, cautiva de mi sueño, voy directa a la cocina y de nuevo tomo el teléfono para comprobar si en realidad todo formaba parte del mismo sueño...



¿Alguna vez habéis tenido premoniciones? ¿Qué significado les habéis dado?

miércoles, 7 de marzo de 2012

¿Dormir en pareja?

Anoche, en mitad del sueño, me desperté de repente con una idea acerca de algo que me sucedió y mi cabeza se puso a funcionar pensando en escribirlo hoy aquí.
Pues bien, hoy cuando me desperté, definitivamente, esta mañana tempranito (mi Peludina ya me había despertado unas cuantas veces a lo largo de la noche), no recordaba absolutamente nada de lo que me dejó mi Musa-inspiración.
Otra vez será.


Tan solo formularos una pregunta:

¿Creéis que el ser humano está concebido para dormir en  pareja?

¡Ojo! Digo "dormir", no "vivir".
Ojo II: Digo "dormir".
Mi acepción: Dormir pegado al otro, acopladondo tu cuerpo al suyo, compartiendo los 36 grados que sumados rompen las reglas naturales, físicas, de que en realidad si ambos cuerpos tienen esa temperatura, al juntarlos, nada debería variar y, sin embargo, la sensación de calor resulta indiscutiblemente cálida.


¿Qué pensáis de esas parejas que, con el paso de los años, pasa a dormir en camas separadas o, incluso, en habitaciones separadas?